viernes, 8 de diciembre de 2017

La redención que otorga la navidad y el fin de año, si claro.

Llega la navidad, el fin de año y muchas personas creen que eso las hace buenas y es tiempo de remediar sus pecados del pasado. Es como magia, para ellos funciona así. La época del perdón, claro y saldar viejas deudas. Porque llega esta época del año y es como que se te descongela el corazón y te dan ganas de mandarle un mensaje a todas las personas que forreaste o le cagaste la vida alguna vez Para hacer las pases. Porque ya paso tiempo y es hora dejar las cosas atrás.
A mi celular llegan mensajes extraños, entre misteriosos y ridículos, estoy mas que acostumbrado. Desde un mensaje de una borracho/a, texto o voz, hasta alguien preguntando por algo de lo cual no tengo la mas mínima idea, pero que la gente cree que tengo las respuesta. Pero en fin de año o navidad llegan mensajes de gente que hace meses, bueno seamos sinceros casi, casi un año que no sabía nada. A todos nos pasa que nos clavan el visto en un momento y nunca mas hablamos, porque era una vampiriza zorra o un pelotudo a pedal. Típica razón superadora. Que se cruzo en nuestra existencia y nos costo desterrar, a algunos mucho y a otros menos.
Pero como que la navidad invita a ser hipócrita y querer saldar viejas cuentas de otros tiempos. Es tan mágica que no creen que quedan como boludos a cuerda con lo que están haciendo. Buscando la redención para poder dormir mejor y saber que no fuiste un hijo/a de puta. Ósea, me acorde que te cague la vida o solo te la jodi alguna vez o varias y repetidas hasta que me canse. Seria como que años después, te dio culpa y necesitas que me perdones y saber que tu vida esta bien. En el mejor de los casos.
O Peor, quieren saber si tu vida es una mierda y seguís sintiéndome bien con tu miseria. Así que no fue mi culpa estabas destinada/o a ella. Para pensar que solo fueron un instrumento del destino que acciono o detono en tu vida. Solo quieren saber si su conciencia puede ser limpiada, para dormir un poco mejor tanto si hicieron bien y sigue todo mal o si hicieron mal pero ahora te va bien y los perdonas.
Entonces recibís uno de estos mensajes “¿como andas tanto tiempo?” “¿Qué fue de tu vida?” “me acorde de vos, y me pregunte ¿como estabas?” entre otras. Entonces caes en la de contestar de buena fé, porque paso mucho tiempo y es como que para vos todo eso caduco para vos.
Justo ahí es donde te equivocas, porque suele pasar que son como viejos vampiros hechos polvo del pasado a los que les das una gota de sangre (contestar) para revivir y comenzar con un derrotero. Algunos solo almacenan información sobre vos y no dicen nada, como si fueran monjes herméticos. La necesidad de saber que estas ahí, aun vivo y en cierta forma pensar que no te arruinaron la vida.
Empieza a mostrar sus modos de operar, esta el que te recuerda todo lo malo y te pide perdón, invocando que cambio y ahora es una buena persona. Hasta te invita una birra, cosa que no cumplirá solo necesita saber de vos y conseguir el perdón para volver a las sombras. Son patéticos e inofensivos, hasta dan lastima.
Tenes a los que te recuerdan lo que paso, lo quieren analizar y justificar sus actos, para después pedir perdón buscando limpiar sus conciencias. Justifican sus actos gracias al uso de su edad cuando sucedió, su falta de maduración. También de su entorno socio económico y porque no, estaban pasando un mal momento emocional.
Esta el patético que se enoja porque no queres perdonarlo, alegando que deberías ser maduro y dejar pasar la cosa. Cosa que dejaste pasar, pero que el trajo nuevamente a tu actualidad. Cuando llega el peor de todos estos seres, el drácula de los seres que buscan la redención de fin de año y navidad. Un ser que no solo te recuerda lo que paso, no solo busca el perdón, no solo hace un estudio socio cultural de lo que ocurrió, No solo te explica como tenes que perdonarlo, no solo te hecha la culpa de lo que paso. Sino que feliz y contento te caga las fiestas.
¿Qué hacemos con esta gente?
Primero los mandamos a la reconcha de su madre, nos damos cuenta que la pobre madre no tuvo la culpa de tener de hijo/a a un pelotudo/a importante. Porque es un animal asqueroso, pero para los animales asquerosos no merecen ser comparados con un salame de alto calibre y un claramente discapacitado sentimental. Porque es un forro, pero para el forro sirve y protege. Entonces simplemente son nada, polvo, pasado y olvidado.

Mi regalo para el próximo año, no contesten esos mensajes. El vampiro solo necesita sangre, la nuestra para revivir. ¡¡Buen año!!

reite con esto

miércoles, 6 de diciembre de 2017

El equipo de Holan, el espíritu de Antonio…

A mí no me hables de sufrir, mi papa y mi abuelo vieron al rojo en todo su esplendor campeón de América varias veces y rey de copas. En el 84 yo tenía tres años, apenas recuerdo al rojo campeón al final de los noventas. Me acuerdo de disfrutar del equipo de Brindisi y de las hazañas corajudas del equipo del “zurdo” López. El campeón del Tolo Gallego, equipazo y del equipo del Turco Mohammed que tenía más corazón y huevos que juego.
Mi viejo y mi abuelo, repito, lo vieron en la gloria al rojo. A mí me tocaron unos destellos y verlo con papa irse a la B. Yo vi a gente sacarse la camiseta, ahí fue cuando más me la quise poner, me hice socio, mi viejo volvió a ser socio y empezamos a ir a la cancha. Llego la B, De Felipe y con coraje ante Huracán volver a primera viéndolo en la casa de Mauro con Amelcar los tres gritando el gol de Pizzini.
Pasaron los técnicos, un día llego Ariel Holan, venia de Defensa equipo que jugaba lindo. Lo único que sabíamos era que era hincha del club, que traía un montón de ayudantes y drones. Pero cuando Pancho Sá y el Chivo Pavoni dicen que Ariel es un buen muchacho trabajador te genera algo, porque a pesar que no viste jugar a esos dos monstruos y leyendas del rojo. Alguien te conto de ellos, tu abuelo, tu viejo o tu tío.
Te enteras por la prensa que hizo un asado con su cuerpo técnico, las viejas glorias y los jugadores. Sentís algo y no sabes si es que el tipo te vende humo o hay un cambio.
Eran los sesentas y mi viejo vacacionaba en Uruguay, jugaba al futbol con unos brasileños y unos uruguayos. Dos brasileños se peleaban, un afirmaba que “el pele del santos era el mejor” mientras que el más viejo aseguraba con puño apretado “el Antonio del sao paulo era mejor”. Cuando papa pregunto quién era Antonio, le preguntaron de que cuadro era. A la respuesta de Independiente le dijo el brasilero, Antonio Sastre que jugo en el rojo y llevo al Sao Paulo a sus primeras glorias. El mejor jugador que el brazuka vio en su vida. Cuando volvió a argentina le pregunto a sus tíos por Sastre, que resultó ser del mismo barrio del abuelo, Piñeiro. Ahí papa averiguo todo sobre Antonio, campeón con el rojo, con sao paulo, con gimnasia y esgrima y con la selección. Que jugaba de 10, de 8, de 4 y lo que hiciera falta para el equipo, hasta había atajado en una semifinal de la copa América contra Brasil y había mantenido la valla invicta. No solo atajo un partido, sino muchos porque en esa época no había cambios y nunca le hicieron un gol. La AFA lo considera el jugador más completo de la historia del futbol argentino.
Holan y sus drones, los periodistas y sus suspicacias. Sale a la cancha el equipo con Tagliafico a la cabeza y hacen el saludo tradicional. Un viejo recalcitrante del rojo de esos con los que me junto en la norte baja me dice “hablaron con Pipo y les explico”. Pipo es Ferreyro y el viejo se refiere a que le pasó a Nicolás la vieja mística del saludo que nació de Maldonado en aquel equipo de 60.
Nos acostumbramos a que cuando nos hacían un gol, el rojo estaba más cerca de perder por dos a empatar. Pero Holan nos devolvió la dignidad de pensar que si perdíamos por uno podíamos darlo vuelta, aunque las primeras veces intentamos creer que era casualidad para no ilusionarnos. Aplico su lema, Compromiso, Actitud e Intensidad que primero fueron palabras incrédulas para una tribuna que había visto caer a su amor y pasión futbolística al descenso. Pero después era algo que se repetía en las tribunas con la sensación de que te quemaba el pecho y la seguridad imposible. Y como si el espíritu de Antonio estuviera dando vueltas por ahí, les pidió a varios jugadores que tenían que jugar en otras posiciones y lo hicieron. Algunos sólidos en el plantel de club y otros venían abatidos de otros clubes, pero Ariel les dio algo que los hizo creer y jugar donde tenían que jugar para el equipo. No importa quien haga el gol, los compañeros se abrazan con el más cercano y los hinchas entre ellos en las tribunas.
Es el equipo de Ariel Holan, el hombre de la sonrisa feliz y las lágrimas de alegría por el rojo, de sus drones y cuerpo técnico. El que convenció a jugadores que el equipo los necesita para que jueguen en varias posiciones dependiendo el partido o la necesidad como si Sastre los alentara y que le devolvió a un montón de gente la mística del rojo más allá de ganar o perder.
No sé qué va a pasar en el Maracaná en la vuelta contra el Flamengo, lo que sí sé que este es el equipo de Ariel Holan y tiene ese espíritu de Antonio Sastre de juego colectivo, sacrificio y pasión…


Cuando el rojo lo da vuelta