lunes, 22 de abril de 2013

Momentos en que soy recalcitrante 1


Emilio llega emocionado a contarme algo, yo estoy como siempre sentado pensando en algo trascendental por lo cual mi mente esta en otro lado.
-         Tengo novia - mi amigo esta feliz de contarme -.
-         Déjame adivinar, ¿consola de video juegos nueva? o ¿nueva pagina de descarga de porno?

Emilio llega corriendo tiene un noticia para contarme nuevamente, emocionado sonríe antes de hablar. Yo tomo un café horrible sentado en una baranda mientras pienso.
-         Déjame adivinar, la pusiste (tuviste sexo) después de mas de un año de estar saliendo con la misma chica y perdiste la virginidad, así venís corriendo a contarme para que no siga pensando que sos un virgo. ¿Verdad?
-         Si – contesta y agacha la cabeza Emilio -.

Llamo un par de veces al teléfono fijo de Emilio y no contesta así que vuelvo a insistir una o dos veces mas.
-         ¡Queeeeee! – atiende Emilio agitado -.
-         ¿Qué te pasa?
-         ¡Estoy cogiendo!
-         ¿Entonces porque atendes el teléfono? Boludo – cuelgo -.

Emilio conoce a una hermosa chica que podría ser un modelo si se lo propusiera entonces me consulta como declararse a ella.
-         ¿Qué estrategia me recomienda Doctor?
-         La realidad Emilio, Dios no te quiere, te hizo feo, falto de carisma y si esa chica te da bola (si acepta salir con él) mucha gente se va a querer matar (generara entre envidia y asombro). Esa chica no demostró el mas mínimo interés en vos, así que no lo hagas, evítate el dolor.
-         Esperaba algo más alentador Doctor – se quejo Emilio -.
Emilio se va y horas mas tarde vuelve con cara de perro abandonado.
-         Me rechazo.
-         ¿Qué me enseña esto?
-         ¿“me”?
-         Si, me enseña Emilio que tener la razón como afirmo es una mierda y ¿sabes que? Decir “te lo dije” me libera de la culpa y de haber sido duro con lo que te dije cuando pediste mi opinión.

Ángela mira a su hijo jugar, ella es muy cuidadosa. Es una buena madre como la que tuve yo. Siempre atenta y preocupada por el. Cuando se golpea ella corre a contenerlo. Entonces abro mi bocota (digo algo indebido)
-         Te imaginas de todas las cosas que voy a tener que cuidarlo cuando crezca – me dice -.
-         No lo vas a poder cuidar siempre y no siempre vas a poder evitar que sufra. El primer amigo que lo traicione o el primer desengaño amoroso, el primer amor que lo lastime y oprima el corazón. Existen situaciones donde no vas a poder hacer nada, absolutamente nada. La realidad es cruel.

Dedicado a todos aquellos que han sufrido mi bocota recalcitrante alguna vez, o van a sufrirla algún día. A veces soy conciente y otras no, pero prefiero ser recalcitrante que tibio y condescendiente. Además que adoro de ser acido, cínico y sarcástico. Sepan comprender.

1 comentario:

  1. Pobre Emilio. Mientras no se le largaba a la mina, tenía la duda: junto al improbable pulso electromagnético y otras malas costumbres, la confirmación de ser un pelotudo más en la vida (o peor, un pelotudo sin suerte, que no es lo mismo) es, sin duda, una de las cinco formas de matar el alma exitosamente.

    Es bueno ver que largó la Coca-cola Zero, Dr...

    ResponderEliminar