Hacer la cola

No hay nada más molesto que hacer los típicos trámites burocráticos de principio de mes, es una verdadera molestia, casi como un enorme grano infectado en la nalga izquierda. Porque la tortura no solo consiste en la espera para dar dinero que no sabes donde termina o pagar un servicio defectuoso como el teléfono celular.
Lo que realmente puede convertir el trámite burocrático en un calvario es, hacer la maldita cola y escuchar ciertas conversaciones de la fauna urbana más variada que podamos pedir. Porque cuando uno llega a hacer la cola, la persona que esta delante de uno tiende a darse vuelta y mirarnos mal de arriba a abajo.
¿Por qué? Simplemente porque esta fastidiado/a, como a los tres segundos de sentirnos mal vistos nos ponemos igual nosotros y se lo hacemos al que llega. Es una cadena de mala onda. Deseando que un tsunami o un huracán barra a las personas que están por delante de nosotros. Combustión instantánea o una plaga los haga desaparecer o también una milagrosa diarrea los haga salir corriendo al baño.

Al igual que nos pone de mal humor esas dos señoras mayores que hablan de sus nietos en voz alta y riéndose. ¿De que se ríen esas viejas de mierda? Pensamos para nosotros que tenemos que estar ahí parados aguantando sus chillidos.

Como odio a esos que llegan y encuentran a un conocido, se ponen a charlar y sabes que irremediablemente se va a colar. Podes callarte y comértela doblada o quejarte y que todos te miren como a un incivilizado.

O la minita con cara de póker con una T-shirt de Franja morada a punto de entrar a pagar, sonriendo porque su calvario termina. ¿Acaso no le da vergüenza salir de la facultad con esa remera puesta? Ósea, zapatillas john foots, jeans claros aldeablanca, una cartera de cuero color marrón claro prune, cabello recogido con una coleta y una remera de franja morada. Seguro tu novio te mete los cuernos flaca sábelo.

Las viejas siguen charlando, pero son abuelas modernas así que se muestran las fotos de sus nietos en el celular para después prometer agregarse en el Facebook para seguir en contacto. Se nota que están solas para tener que hacer amigos en una cola de un Rapipago, seguro enterraron a sus maridos hace rato. Pobres viejos se las tuvieron que aguantar hasta que les dio un bobaso (seguro de tanto que le rompían las pelotas).
Pago fácil o Rapipago, si claro que graciosos. El nombre es una burla desde el principio porque siempre hay cola y no hablo de dos o tres personas. Pero cuando hay dos o tres personas suelen tener que pagar, gas, luz, teléfono, teléfono celular y las cuotas del puto auto que se compraron o el viaje de egresados del putitoo/aa de la hija/o.

Pero soportas estoicamente hacer la cola para pagar porque si no lo haces vas a tener un recargo, claro esperamos al último momento para ir. Porque nos gusta el riesgo de saber si llegamos a tiempo o no. Entonces falta poco para entrar a pagar y que pasa, la encargada sale a corta la fila porque es hora del almuerzo del cajero y hasta la mina que esta delante de ti piensan cobrar.

Respiramos profundo y si tuviéramos un bate de béisbol o en su defecto una barreta romperíamos todo el Rapipago o Pago fácil al grito de ¡Porque mierda no me cobras, encima que te doy guita (plata, billete, biyuya, filo, moneda)  y me fumo esta cola con esta gente de mierda! Porque nos creemos mejores que los otros que estaban haciendo la cola, simplemente porque no parecemos tan pelotudos como la piba con la remera de franja morada o el viejo con peluquín que intenta disimular que es pelado y cree que lo logro.
Porque hacer tramites burocráticos y hacer la cola te convierte en un energúmeno en potencia, un ser a punto de estallar violentamente y putear a todos los meses durante unas horas.

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