jueves, 31 de diciembre de 2015

La irritación de fin de año

El terminar el año tiene ese no se qué, que es una mierda. No sé si será el calor agobiante, o la ola de calor que se le suma que te irrita a más no poder. Tal vez podría ser los repetidos cortes de luz, entonces los semáforos no andan y si manejas te volves loco. Más si el acompañante opina de cómo manejas.
En el auto usas frases como: “anda a lavar los platos, forra” “viste a ese hijo de puta como me encerró” “ahora lo voy a encerrar yo, por puto” “está más cerca de morir de viejo que de llegar a estacionar” entre otras frases.
Cuando vas al cajero y no hay un peso, claro todos quieren sacar plata los últimos días del año. En otro cajero hay una cola de media cuadra. Pero ¿Por qué nadie entra? Es que no hay luz, no anda, pero la gente espera igual porque “ya va a volver”.
Encontras uno con poca cola, te pones a esperar y una viaja que tiene cara de querer ser odiada te dice “no tiene plata, pero podes hacer movimientos bancarios”. Dentro de ti se ahoga un grito de “vieja de mierda, quiero plata”. Hasta que de tanto buscar encontras un cajero con billetes y una larga espera. Donde podes escuchar charlas que te alegran el día, política entre zurdos de mierda y derecha reaccionaria, algún pelotudo que pregona lo mágico de la PARRIGAS o gente que se cuenta malas noticias como “¿te acordas de Pepe? Murió”.
¿No te irritan los mensajes de fin de año? A mi algunos si, tenes muchos tipos de mensajes que te dan a pensar. Esta entre la irritación y la boludez que nos sorprende.
El mensajeador tempranero, es un sujeto que prevé que las líneas van a colapsar y te manda un mensaje entre 12 y 2 horas antes. Notemos la boludez de que todavía no son las 12 y no es año nuevo, también notemos que me estas deseando feliz año a uno que le quedan horas. Existe la posibilidad que el mensaje o cadena que envió no sea de su autoría.
El enviador de cadenas, que te envía una lista de cosas buenas que te desea para el próximo año y suele terminar con frases como “que Jesús te cuide” “que Jesús te proteja y cuide a tu familia” y firmada por el enviador. Dos cosas, donde estuvo ese tal Jesús cuando el año pasado me fue mal y me mandaste el mismo estúpido mensaje. La otra es que habría que rastrear al hijo de puta que empezó esa cadena y pagarlo a tropadas por esparcir una pandemia como esa.
Después esta el grupo de pequeña denominación de enviadores de mensajes. El que se pasa de astuto, que te envía el mensaje dos minutos antes esperando que la congestión de líneas no lo atrape y el mensaje sea entregado a tiempo. Jugando con que otros van a hacer lo mismo, esta gente es propensa a ser adicta al juego, claramente. Tenes al mensajeador vampiro, esa ex novia, ex novio o algo similar que te manda un “Feliz año” esperando que entres en su jueguito perverso otra vez y contestando revivir para torturarte un poco más. El mensajero anónimo, es alguien tan intrascendente en tu vida que no tenes su teléfono registrado del cual te llega un Feliz año y ¡no sabes quién carajo es! A los que respondes “feliz año” deseando que la conversación no siga porque tendría que adivinar quién es. Tenes al enviador inesperado, básicamente es alguien que no tiene más relevancia en tu vida que la que tiene el clima en la Antártida. Pero se ve que para esa persona sos importante o simplemente caíste en la cadena o te va a pedir algo.
Por último, invito a reflexionar por esa persona que espera un mensaje que no llega. Espera ser importante para otro al cual no le importa un bledo o sabe que existís. Es triste y a muchos les pasa, intenta no ser uno de ellos y si lo sos que no sea el fin del mundo. Hay cosas mejores dando vueltas y aventuras esperándote.
Ahora si terminando recorda que la gente normal manda mensajes de fin de año después de las 12 de la noche y que tenes como una semana para decirle feliz año a la gente en persona. Después pareces un pelotudo.

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